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Mostrando entradas de febrero, 2018

Ven

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Soy toda yo espera de tu alma sin orillas. Soy toda yo hambre de tu voz con alas. Escucha mi latido que pronuncia ciegamente tu nombre, que grita al desaliento y se vuelve espuma, y escribe, y ama, y siente el mundo en tu silencio. Soy toda yo espera y hambre que te llama.

Solo entonces

Cuando no hay nada y queda el silencio solo. Cuando puede más el hambre de lo que el sueño puede y los minutos repiten lo ya sabido, entonces, solo entonces,   … pienso en ti.

LA PAUSA

Era la última paciente del día y la más difícil. Reviso el historial que tenía ante él: un tumor muy agresivo, un crecimiento muy rápido, un sitio muy complicado. Todo su equipo había estado de acuerdo: se requería un tratamiento agresivo, inmediato, combinando cirugía, radioterapia y quimioterapia. Levantó la cabeza y la miró. La mujer ya no era tan joven lo que complicaba todo aún más.   Estaba sentada ante él con la mirada serena. En los ojos de su pareja, en cambio, le pareció adivinar una sombra de desesperación.   - ¿Está segura? –insistió. Vio como ella, antes de contestar, buscaba la mano de su marido. - Sí. No quiero ningún tratamiento. Aquellas dos manos se unían la una a la otra como una declaración de intenciones. Aún así, se sintió obligado a exponer de nuevo, con toda claridad, el peligro de no intervenir con rapidez,   de renunciar al tratamiento, aunque solo fuera durante unos días. Ella asintió. Era perfectamente consciente de las consecuencia

¡CONTRA TI!

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Llegué, estoy aquí, he aparecido de la nada, sin ningún motivo o sentido… Un cuerpo    para poder crecer más y más. No hago esto   por gusto o por satisfacción.   Es simplemente   un método de supervivencia, como cuando el   león se come a su presa. Sólo sé que tengo que seguir viviendo y que haré   todo lo posible porque soy más fuerte que nadie. - ¡Me da exactamente igual!   Yo también quiero vivir ¡te mataré!  Claramente

PARA EL CÁNCER:

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Apareciste de la nada, sin avisar, en el momento más inesperado. No sé que he podido hacer yo….si me acerqué mucho a un microondas, estuve demasiado con el teléfono móvil, si no comía lo suficiente, por cuestión de suerte o es simplemente genético. Recuerdo a la perfección ese día que apareciste sin más, sin   ninguna razón o motivo…y ahí sigues. Te has convertido en una parte de mí. Me acompañas a todos lados, sientes lo mismo que yo, compartimos pensamientos. Aún así a ti te da igual que yo siga viviendo o no, si acabas conmigo irás corriendo a por otra víctima y seguirás hasta que una persona con suerte pueda acabar contigo. Solo quiero decirte que no me voy a rendir, que cuando quieras que me vaya, me iré. Nunca voy a sentirme mal conmigo misma, no voy a dejar de hacer cosas que me gustan ni de estar con la gente que quiero. Porque yo merezco disfrutar la vida, esa vida que tu disfrutas a mi costa. Claramente.

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